Conclusión 10: La carga financiera global de la deuda en el periodo 2017-2020 pasa del 14% al 13%. Si se analizan los componentes se comprueba que el volumen de amortización de pasivos financieros se mantiene a partir de 2019, mientras que disminuyen los gastos financieros en un 15%. Por otra parte, los ingresos corrientes han aumentado un 13% en el último año. Todo ello repercute en que el indicador pase de un 15% en 2019 a un 13% en 2020, lo que provoca un impacto menos negativo al final del periodo sobre los ingresos corrientes necesarios para atender el funcionamiento de los servicios. (Apartado V.1.3)
Se define como el porcentaje que representan las obligaciones reconocidas procedentes de gastos financieros y amortizaciones de pasivos financieros con respecto a los ingresos corrientes.
Indica qué porcentaje del total de los ingresos corrientes liquidados en el ejercicio, son consumidos por la carga financiera de los intereses y las amortizaciones de capital derivados de todo tipo de deudas contraídas por el sector público administrativo. A mayor valor, mayor será la necesidad de asumir dicha carga derivada de la emisión de pasivos financieros y, por tanto, de emplear los recursos generados por las operaciones corrientes, dejando en consecuencia menos margen para atender el funcionamiento de los servicios públicos.